Resulta que estaba Jesús chupando un cubito de hielo cuando de pronto se dio cuenta de que se le había pegado a los labios, claro él se puso nervioso y decidió que lo mejor era estirar para quitarlo de allí. Pero esa no debió ser la mejor opción porque se hizo mucho daño y le salieron unas heridas.
Cuando les pregunté por qué a Jesús se le había pegado el hielo, contestaron que el hielo tenía pegamento o que él mismo se había puesto pegamento en la boca. Me pareció un buen momento para hablar con Carmen Mari (desde ahora la científica) para pedirle que intentará explicarnos qué pasada con el hielo. Y así lo ha hecho, ha venido a clase y todos super atentos hemos mirado el experimento...